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Transformaciones Laborales


En esta oportunidad Sudamerica News presenta esta práctica de campo realizada para una materia de la carrera de antropología del mismo autor de la monografía sobre Razas. Considerando de actualidad a pesar de haberse escrito hace diez años Sudamerica News la publica como un aporte al menos para una revisita a los temas abordados en este informe.

Transformaciones Laborales

 

 Por Raúl Oscar Iturría

 

Introducción

 

 

            El presente informe  corresponde a la práctica de investigación “Transformaciones Laborales en la Ciudad de Salta” implementado como trabajo de campo de la materia Métodos y Técnicas de Investigación I.

            Este trabajo, si bien tuvo carácter exploratorio, no pudo realizarse sin esbozar algunas hipótesis que, en definitiva, condicionaron la Unidad de Análisis y la Unidad de Estudio; los objetivos de la investigación presentados en el Proyecto nos indicarán el abordaje metodológico, Cualitativo, en este caso, aunque finalmente se anexó un tercer nivel con una Ficha Temática, para luego realizar una estadística con datos esenciales de los entrevistados.

Se consultó, para la realización de este informe, material bibliográfico y artículos de diarios, en el caso de Robert Castel del que se consultaron dos artículos periodísticos, referidos principalmente a las condiciones actuales del trabajo en la sociedad contemporánea y sus implicancias en la misma.

También se consulto a Pierre Bourdieu, “Respuestas para una Antropología reflexiva”, particularmente la Introducción y Capitulo Uno; Alberto Minujín también fue consultado en su libro “Cuesta Abajo”, Capítulo “Cayéndote, Cayéndose”; “La Nueva Pobreza en la Argentina” de Gabriel Kessler fue consultado y se utilizaron algunos conceptos que serán explicitados en el desarrollo del informe.

Destacable la participación de los entrevistados en esta practica y buena disposición de informantes clave y entrevistados para el desarrollo sin inconvenientes en la recolección de testimonios referidos a la situación laboral en esta ciudad, que de acuerdo a cifras oficiales en mayo del año 1.997 llegó a un valor de 29,6 % entre las tasas de desocupación y subocupación.

 

Sobre el Marco Teórico

 

Al tratar el tema “Transformaciones Laborales” se hace necesario determinar que se entiende por trabajo, partiendo de una conceptualización ya aceptada, para luego determinar el carácter de las transformaciones producidas en aquel concepto.

Para ello voy a explicitar el concepto mencionado en primer lugar; entendiéndose por tal toda actividad que “establece cierto número de garantías, derechos y protecciones que aseguran la estabilidad en la sociedad al asalariado” (R. Castel, 1.997); es esta situación la que otorga a las personas las características de incluidos en el campo social, a su vez esto es así en tanto participan en algún sector de la economía, en palabras de Castel “por tener cierta utilidad social”.

Además, debo mencionar que, a partir de lo escrito en párrafo anterior, el trabajo es considerado como el “gran integrador”, nuevamente considerando convenciones teóricas vigentes, es conveniente tenerlo presente ya que a continuación explicaré, en alguna medida, las características de aquel primer concepto que será modificado a partir de los requerimientos actuales en el terreno laboral.

Para comprender las transformaciones que se produjeron en la noción de trabajo, en su concepción histórica 1 , se hace necesario describir, en primer lugar, las consecuencias últimas que tuvo en la sociedad esta transformación.

Es una realidad que los índices de desocupación nos muestran “un ejercito de reserva propio del modo de producción capitalista” 2, en palabras de K. Marx; pero esta situación es solo el eslabón siguiente al de una etapa de vulnerabilización producido por la escasez de trabajo, por una disminución en el requerimiento de la mano de obra, situación cuyas causas encontraremos en el centro mismo de las políticas económicas neoliberales, que elevan a la categoría de dogma, transformándola a su vez, en un fin en sí mismo, la productividad entendiendo por tal como “el cociente entre la cantidad producida y la cuantía de los recursos que se hayan empleado en la producción” 3, está demás decir que el recurso con mayor movilidad es el humano, el avance sobre el trabajador y sus derechos se ha llevado adelante a través de una herramienta con que se proveyó a la empresa, esta es la flexibilización, y es su práctica lo que produjo la precarización del trabajo.

Hemos llegado así a la zona de vulnerabilidad en la que, para R. Castel, comienza un proceso de desafiliación; la vulnerabilidad estará caracterizada por trabajos con  formas atípicas 4, especialmente en su condición salarial.

La flexibilización ha significado el retroceso del derecho laboral, lo que ha determinado condiciones laborales surgidas de la negociación empleador-empleado, sumado a la menor oferta de puestos de trabajo configura el marco que definirá aquellas condiciones. Es esta situación la que ha obligado a reformar la organización del trabajo.

Hemos determinado así un área de fragilidad o vulnerabilidad laboral, de movilidad de la mano de obra 5, esta es considerada como la zona intermedia en la fractura social 6, en la que para el autor antes mencionado se perfila un nuevo trabajador con características tales como la docilidad, medianamente educado, poco exigente y sobre todo sin organización, lo que podemos denominar “capital específico7 para ingresar al campo laboral actual.

Como extremo de este medio se encuentran los mencionados incluidos y  excluidos como simplificación de una sociedad dual, estos últimos son los expulsados del orden laboral que podemos considerar constituido (aunque actualmente en regresión), carecen de utilidad social,  no poseen organización pues no representan una fuerza social y, si consideramos que las clases están determinadas por relaciones económicas, no pertenecen a clase social alguna.

Esta exclusión supone la separación de parte de la población de la sociedad, obligaría a redefinir un modelo de sociedad como conjunto de semejantes,  llega a cuestionar a aquella,  por lo tanto, como un todo y, mas aún, como nación.

Para comprender como es que los excluidos adquieren tal carácter es necesario detenernos, por un momento, en el concepto de individuo; desde una perspectiva liberal el individuo es un ser autónomo, con iniciativa propia, en definitiva dueño de su destino, o, un individuo por defecto, desprotegido, desafiliado.  Si para ser un individuo se debe gozar de un mínimo de recursos, de protección, entonces, lo contrario representaría la noción de desafiliado.  Así pues, lo que para algunos es exclusión para Castel representa lo que dio en llamar desafiliación y representa fundamentalmente una exclusión del salario, por lo tanto podemos decir que el trabajo es el promotor de la integración social, de acuerdo siempre a convenciones teóricos vigentes.

Pero lo que a nosotros nos interesa a partir de esta conceptualización es saber cual es la relación existente entre la situación de exclusión del trabajo y su proyección en el futuro de las personas, que fueron contactadas y consultadas en este caso. Para ello tendremos en cuenta las características particulares de estas.

No se puede dejar de mencionar en este marco teórico, y sin ánimos de reducir la totalidad de la situación a la identidad crisis de trabajo-crisis de familia-crisis de sociabilidad (R. Castel, 1.997), que debe reconocerse el primer término como incidente en los demás sectores de la vida, los modos y cuantía en que esto ocurre son la finalidad de esta práctica de campo.

Algunas consideraciones a ser contempladas relacionadas con una situación de inutilidad de las personas, como sujetos ajenos a los procesos productivos, estas ligadas a la degradación de las personas, de la vida familiar.

En Argentina, los lazos familiares conservaron cierta fuerza, también lo que se denomina una solidaridad de proximidad ejercida por amigos, vecinos, etcétera, que es, como veremos, lo que permite en gran medida la sobrevivencia a quienes se encuentran en situación de exclusión.

Por ultimo, una interpretación sociológica que incluya a cuantos se encuentran en la situación de exclusión, la constituye lo que se dio en llamar la cultura de los excluidos o lo que para Robert Castel representa y denomina la cultura de lo aleatorio, es decir, la subsistencia al momento, el vivir día a día, cuya explicación es la alternancia entre los trabajos para salir del paso o changas y la ayuda social o la solidaridad familiar o vecinal; hecho que para el autor  afecta mas a los jóvenes que a cualquier otra franja de desempleados, esto último habrá de confirmarse o no para esta, teniendo en cuenta la dirección que se le dio al trabajo de campo presente.

 

Aspectos Metodológicos

 

Al interrogarnos, en esta ciudad, qué se entiende por transformaciones laborales, al instante llega a la mente y consideración del practicante la circunstancia de los trabajadores de la Administración Pública que fueron expulsados, despojados de sus fuentes de trabajo; quienes evidenciarían tener un claro concepto de trabajo contrapuesto a lo que es hoy la noción de trabajo 8 de acuerdo a sus experiencias en el momento en que esta investigación se realiza.

La delimitación de la Unidad de Estudio se realizó considerando el grado de accesibilidad al terreno, por la posibilidad de realizar contactos relativamente directos,  en otras palabras, por la cantidad de personas en esa situación.

En definitiva la UE fue determinada en dos niveles, el primero más general representado por la ciudad de Salta; el segundo dividido en dos subinstancias: a) Comisión de excedentes, y b) domicilios particulares, en cada caso las entrevistas se realizaron efectivamente en los ámbitos mencionados aunque no he utilizado todo el material en los que he participado para su realización. En el caso de la Comisión de Excedentes, representa lo que R. Guber denomina Institución con correlato espacial circunscripto.

En lo que a la Unidad de Análisis se refiere, está constituida por los denominados excedentes, en realidad representan a los agentes de la Administración Pública Provincial que fueron afectados por el Programa de Reconversión Laboral cuyo marco jurídico lo constituye el decreto Nº 11, posteriormente transformado en la Ley Nº 6.820.

Además, el universo de informantes esta constituido por un numero menor de ex trabajadores pertenecientes a las plantas de personal de las diversas empresas del Estado nacional; la totalidad de la muestra suman 16 casos, aunque he participado en toda la recolección de material correspondiente a otros grupos de practica. 

Finalmente, el criterio de selección de los entrevistados utilizado en los casos en que participé fue el determinado mas que por una elección metodológica por la disponibilidad que se encontró entre las personas ingresadas al programa de reconversión laboral antes mencionado; los cuales fueron contactados en la comisión mencionada y la elección se realizo, en definitiva, de acuerdo a la amplia aceptación y buena disposición de las personas miembros de esta Comisión.

Al comenzar el trabajo de campo me enfrente a la realidad de no conocer convenientemente la situación de los agentes en estudio, por lo que decidí realizar un acercamiento previo al tema mediante la consulta a informantes clave, los mismos fueron elegidos por su conocimiento de la situación, por las perspectivas que pudieran tener debido a la ubicación socio-política que poseían al momento de realizar la investigación o al de su expulsión de la estructura laboral pública; también fue consultado por las mismas características pero desde una perspectiva de observador, un reconocido periodista de la ciudad quien a colaborado con todo lo requerido por el practicante.

Con esta diversidad de versiones, a saber: desde la perspectiva de un sindicalista en actividad, la de una sindicalista excedente y desde la de una emergente líder a partir de la situación de excedencia, he pretendido realizar una confrontación y complementación de datos a través de las entrevistas a la persona mencionadas.

Este primer acercamiento al trabajo de campo brindó la posibilidad de lograr una familiaridad con, en primer lugar, las disposiciones legales (leyes y decretos relacionados con la racionalización del estado) mediante las cuales se efectuaron las sucesivas expulsiones de la Administración Pública; también para conocer el léxico como forma de control de consistencia; para el conocimiento de circunstancias particulares que pudieran enriquecer la práctica de campo; conocer modalidades de ingreso al programa de reconversión; para el conocimiento de la posible realización de acciones colectivas como respuesta a las medidas implementadas por el gobierno provincial; para determinar el entramado de solidaridad que pudo producirse entre las distintas instituciones sociales (sindicales principalmente); finalmente, para determinar las expectativas en conjunto 9 y particulares de los excedentes.

Pero estos temas o líneas de investigación no son objeto de este informe, por lo que nos limitaremos a presentarlos a nuestra propia consideración, además, “no es necesario conocerlo todo para comprender algo” (Clifford Geertz).

Para terminar con esta etapa del informe voy a explicar como se realizaron las entrevistas una vez efectuado el contacto con cada uno de los entrevistados; es así como nos vimos, junto a mi eventual acompañante, recolectando testimonios con un pequeño grabador, asistidos por un ayuda memoria y la ficha temática que representaba el lado cuantitativo de la práctica, y fue en definitiva lo que permitió realizar los cortes necesarios para determinar las líneas de análisis posterior, hecho esto mediante la elaboración de una planilla en la que se organizaron los datos esenciales de los entrevistados.

Creo estar a tiempo de aclarar que la línea seguida para el análisis, a través de esta matriz, es el de las perspectivas de empleo avizoradas por cada uno de los entrevistados a partir de la situación de desocupación; el criterio para realizar el corte fue el de la división por franjas de edades combinadas con el capital cultural 10 de los entrevistados.

Para mi análisis voy a tomar, en principio, dos casos que poseen características particulares:  a) edad –54 años-, y b) nivel de instrucción: primario incompleto; y dos casos mas en los que para los mismos índices observamos: a) 35 años, y b) secundario y terciarios completos; estas características las consideraré necesarias para poder realizar un análisis ero, debo aclarar, esta muy lejos de mi ánimo el realizar una tipología, sea construida o ideal, de los excedentes con este análisis, aunque es discusión para una investigación amplia que abarque  todos los aspectos mencionados.

Sí, en cambio, realizaré una observación ajustada a la muestra lograda durante la práctica y está relacionada con una efectiva modificación del concepto de trabajo, con mayor capacidad de reflexión en unos que en otros de los consultados sobre tal situación pero vivenciado de modos similares en su búsqueda por lograr la reinserción laboral en los términos a los que estaban acostumbrados.

 

Consideraciones sobre el trabajo de campo

 

Antes de continuar con el análisis realizaré algunas consideraciones sobre el trabajo de campo.

Efectivamente, una vez determinada la guía y la ficha estadística, comencé la búsqueda de informantes clave, de lo que se desprende una primera observación: si bien, no he utilizado la totalidad de la información aportada por los consultados para este informe, ha resultado evidente la conveniencia en este caso de un acercamiento previo a la realización de la práctica de investigación propiamente dicha a través de informantes de primera instancia. Debo señalar que la prenoción obtenida de este modo fue fundamental para, en primer lugar, lograr ingresar al campo que constituía objeto de estudio y, en segundo lugar, así acceder a los informantes de instancia final.

El paso siguiente es referirme al espacio físico en el que se puede desarrollar con mejores resultados la investigación, este ámbito debe brindar el aislamiento necesario para permitir al informante responder los cuestionarios sin presiones ni interferencias externas. Todos los cuidados son adecuados para lograr una entrevista no condicionada por cuestiones técnicas o de comunicación entrevistador-entrevistado, aunque no sean las únicas causas que impidan una apertura al dialogo sin condicionamientos.

Hemos llegado así a dos cuestiones que tienen incidencia en lo tratado en párrafos precedentes, primer aspecto, el capital cultural y, el segundo, la posición que ocupa el informante dentro de la estructura socio política, particularidad que trataré de evidenciar en el análisis a desarrollar; en un primer momento se puede tomar noción de la interpretación que los consultados realizan sobre su realidad a partir de propias experiencias, luego trataré de aportar mi propia visión de aquella realidad.

Esta doble interpretación es necesaria para reconocer la noción del entrevistado sobre el trabajo que le permitiría un conocimiento, al menos, intuitivo sobre su realidad y tener así cierta capacidad de direccionar sus actividades y objetivos; y a los efectos de la investigación el poder corroborar supuestos teóricos, modificarlos, de crear nuevos, etcétera, a partir de la interpretación de los propios agentes.

Una cuestión mas a considerar, es la incidencia que pesa sobre la calidad de las entrevistas y proviene de la habilidad y experiencia del investigador, aunque en el caso del tema de esta práctica se pudo observar una predisposición favorable para realizar las entrevistas determinada por una necesidad de “ser escuchados por alguien”, en palabras de una entrevistada; se vio favorecida, por tanto, por la situación y actualidad del tema considerado en el tiempo considerado.

Aún así, algunas entrevistas resultaron extremadamente reducidas en la extensión de las respuestas aunque sin entorpecer el análisis de las entrevistas, según mi punto de vista, ya que de todos modos permite conocer las vivencias de cada entrevistado y entrever como concibe su realidad y futuro cada uno de ellos; es necesario, pues, internarse en el mundo del agente, aunque solo sea por analogía, para poder interpretar las respuestas que de cada cual se obtienen y lograr una lectura adecuada de las mismas.

Lejos de ser minuciosas, estas observaciones pretenden evidenciar algunas particularidades del trabajo de campo en tanto primeras experiencias en el mismo.

Es necesario hacer notar tal como lo hiciera R. Guber, que tanto la UA como la UE pueden ser reformuladas conforme el desarrollo de la investigación avanza; así las secuelas sicológicas que pudieron producirse como consecuencia de la situación de excedencia nos pueden guiar hacia instituciones que entienden en dicha especialidad; también, algunos informantes relataron la existencia de personas excedentes en distintos asentamientos de la ciudad de Salta como consecuencia de haber perdido sus puestos de trabajo; asimismo, puede prestarse atención a una posible situación de discriminación hacia los excedentes en el campo laboral privado, como lo señalo un informante clave.

Si existía desempleo en los años anteriores a la asunción del gobierno que en diciembre del año 1.995 decidió la expulsión de aproximadamente 5.000 agentes de la administración pública, es lógico imaginarse las consecuencias que, esta nueva masa de excluidos, provocó en el mercado laboral de la ciudad, aunque no todos los excedentes corresponden al departamento capital.

De este modo, advertimos que las unidades de Estudio y Análisis cobran dimensiones no previstas, aunque esto es materia para otro trabajo y nuevos objetivos.

Pero volvamos al tema que nos convoca, al lector y a mí,  y es el análisis de las entrevistas que ya reseñé.

En primer lugar voy a realizar algunas consideraciones generales que hacen a las características compartidas por los entrevistados;  la que resalta con mayor intensidad es la percepción sobre las modificaciones en el campo laboral emergente, en definitiva, de la propia experiencia en la búsqueda de reinserción laboral; esos cambios son principalmente en la condición salarial en términos de R. Castel, acompañado por la implementación de nuevas modalidades de contratación asociada a la temporalidad del empleo, a la edad requerida por parte de los empleadores, el monto de sueldo ofrecido, condiciones en el lugar de trabajo, súmese a ello la perdida de beneficios sociales y aportes jubilatorios.

A continuación voy a detallar las perspectivas que cada uno de mis informantes tiene para sí a partir de cómo perciben los requerimientos del mercado actual de trabajo; como ya dije el universo de análisis estará compuesto por cuatro casos a los que dividiré en los grupos A y B con las siguientes características.

Al grupo A pertenecen dos personas cuyos rasgos similares son los siguientes: edad 54 años, primaria incompleta, ambos pertenecían a los niveles mas bajos de la escala salarial, poseían capital social y cultural limitado, en ambos casos no habían logrado reinsertarse al momento de realizarse las entrevistas; en el grupo B, dos informantes de 35 años, secundario y terciario completos en uno y otro caso, Elio P. Con un capital cultural importante, el segundo entrevistado, denominado Juan, tiene un capital social importante que le permitió reinsertarse rápidamente como un prestador de servicios del estado. En todos los casos los informantes constituyen lo que se denomina jefes de familia 11.

Una consideración mas sobre el Capital Social, lo encontramos de dos tipos: a) de un empobrecido de clase media, fundamentalmente son relaciones con personas de estratos socio-económico mas elevados que este; b) de un pobre de vieja data, representada por personas de igual o menor posición en la escala mencionada respecto a aquel.

 

El Análisis

 

Así es como llegamos a la última etapa de este informe en el que trataré de identificar todos estos conceptos explicitados, o no. 

De muy distintos modos los reconvertidos hicieron uso en sus variadas posibilidades de estos recursos, sea para permanecer en la administración pública o para encontrar una solución  a la carencia laboral. Así es como para Juan –nombre de fantasía- la situación de desocupación no fue prolongada ni angustiante ya que: “... entonces de ahí me voy a hacer los cursos de reconversión, me anoto en los cursos para inspector de rentas y... comencé a  hacer los cursos y me sale un contrato por el gobierno para ir a hacer  la  liquidación final de lo que era el banco Provincia...”.

Este entrevistado poseía además un capital político adquirido a partir de su actividad gremial, lo que en definitiva pudo aprovechar para lograr la continuidad laboral dentro del aparato del estado: “... entonces, bueno... y por amistad, contactos, así, que tenía que he conseguido el tema de comenzar a trabajar haciendo asesoramiento todo sobre temas bancarios...”. La posesión de este considerable capital fue determinante, tal vez,  para la búsqueda de opciones de manera totalmente individual: “... no nos juntamos, no, cada cual buscó, buscó una salida mas bien particular, ¿no?,  en el tema, bueno, ¿qué se podía hacer?, a pelearla por afuera... y creo que era mas fácil buscar una salida personal, así moverse solo que con el grupo”. Si bien el señor Juan reconoce, “Soy un trabajador independiente, hoy estoy mañana no sé, tengo por ejemplo un contrato con el gobierno por tres meses...”. La estabilidad laboral que es lo único que hoy no tiene, cierta sensación de inseguridad como consecuencia de las nuevas modalidades de contratación, “... pero le puedo decir que económicamente estoy mucho mejor que cuando era empleado del banco...”.

Así es como su actual situación de mejoría respecto de su etapa como empleado le permite mirar el futuro con mayor tranquilidad si lo comparamos con otras situaciones, “... estoy trabajando bien, mi señora trabaja, bueno, mal que mal estamos bien...”.

Veamos ahora el segundo caso de este grupo, el de Elio P., excedente del Consejo de Educación, su esposa, también excedente, se encuentra sin trabajo, la familia se completa con dos hijos, ninguno de los dos ha cobrado indemnización. 

A pesar de evitar referirse a su situación personal se pudo conocer las estrategias que usó este matrimonio para enfrentar el corte de ingresos en su economía, y es el capital social el que les posibilita la supervivencia, fundamentalmente la ayuda familiar: “... por supuesto, a pesar que mi papá es jubilado me ha dado una gran mano, mi hermano también...”; a pesar de esta situación, agravada luego por el despido de su hermano, el entrevistado parece no haberse resignado a modificar su estilo de vida, a reestructurar su economía,  “... de recortar, no se ha recortado nada, en el caso mío no se ha recortado nada, mas que recorte ha sido endeudamiento, o sea, estoy endeudado, se suma  las deudas, pero no por eso bajo los brazos...” .

A pesar de esto, Elio, demuestra una gran cuota de esperanza y optimismo tal vez confiando en su capital cultural que nunca dejo de incrementar, ya que “... mi expectativa es seguir avanzando, seguir estudiando, estaba estudiando licenciatura en comercio exterior, despachante de aduana y técnico superior en turismo, esas tres carrera las estaba haciendo pero por razones económicas las deje... pero los títulos que tengo, lo que aprendí ya me hacen desenvolver en le medio, pero no estoy inserto en él como tendía que ser, porque... la matrícula es cara, en este momento no tengo ingresos...” .

Es así como para estos consultados pertenecientes al grupo B, las expectativas, en un caso concretadas y en otro aún no,  están fundamentadas en la posibilidad de explotar tanto el capital social como el cultural; debo recordar además que ambos cuentan con 35 años de edad y, dada sus expectativas, nos llevaría a pensar no consideran cerradas las puertas del mercado laboral para sí. En términos de P. Bourdieu, “consideran poseer una configuración particular de características que les daría el derecho a ingresar al campo del trabajo” 12.

A continuación voy a referirme a los entrevistados del grupo A, cuya característica común en palabras propias es “viejos para buscar trabajo y jóvenes para jubilarnos”, esta frase encierra en si misma una cuestión fundamental a la hora de analizar las expectativas con que cuentan los entrevistados para concebir su futuro laboral.

Para Lorenzo L., con 54 años de edad, la situación podría mejorar mediante la ley de jubilaciones y así poder acogerse a tal beneficio: “... lo único, lo que podría ser una solución para nosotros que ya tenemos 25, 30 años de aporte y mas de 50... que nos jubilen... que venga esta ley de jubilación... eso sería lo único...”; esta situación que se puede denominar de exclusión, se ve reforzada por una sensación de agotamiento o resignación frente a su futuro laboral, ya que al ser consultado si busca trabajo, la respuesta negativa fue contundente tal vez por el apoyo familiar con que cuenta y por la posibilidad de realizar eventuales trabajos particulares o “changas”, aún así,  dada su historia de militancia partidaria no desecha la posibilidad de hacer uso de este capital político 13, “... para ver... si alguna cosita que pueda solucionar... posiblemente... pero estamos viendo...”. 

Así es como cada entrevistado construye su horizonte laboral de acuerdo a la trayectoria socio-laboral y política que posee; como R. Castel afirma, las situaciones de exclusión generan una dependencia del asistencialismo o del clientelismo político, lo cual no puede ser reprochable desde el punto de vista del objeto de estas practicas pero si desde el de quienes las implementan, los sujetos que llevan adelante tales programas, puesto que resulta mas efectivo, aunque a largo plazo, dedicar mayor esfuerzo a la zona de vulnerabilidad anteriormente definida.

Llegamos así al último caso de análisis, el señor Viveros tiene 54 años de edad, es excedente del interior de la provincia y eventualmente se encontraba en la ciudad cuando lo contactamos para la entrevista.

Fue una de las entrevistas mas reducidas en extensión, pero que permite vislumbrar una de las consignas de este análisis: el capital cultural como determinante del futuro laboral, así, lo limitado de sus respuestas esté determinado, tal vez, por una realidad igualmente limitada; lo cierto es que muestra el modo en que fueron expulsados del sector público, sin previsión alguna y las cualidades de la racionalización del estado.

La situación del señor Viveros es un tanto mas grave que el caso anterior ya que, a diferencia de aquel, carece de un capital político al cual apelar; y dada sus características como la edad o nivel de instrucción, en definitiva su capital cultural, consultado sobre sus expectativas, “... bueno, yo... como ahora hablan que contrato hasta tres meses, después de tres ya no, imposible... mire usted, por la altura... por la edad, a donde voy a conseguir, que no es así?...”.

Un tema recurrente en este grupo es la edad, franja para la que el mercado laboral pareciera no tener espacio y para la cual el estado no ha ensayado respuesta alguna, condenando a estos agentes a la cultura de lo aleatorio en el que el término “changa” es el que mejor representa la situación, cuyo acceso a su significado es, diría, instantáneo por ser una modalidad arraigada en nuestra sociedad; la diferencia que debe notarse es la intensidad con que se manifiesta en la actualidad, modo que parece afianzarse aún mas considerando las políticas de flexibilización diseñadas por el gobierno nacional.

Aún así, la familia del señor Viveros ha enfrentado la situación con la única estrategia a su disposición, ofertar su mano de obra, su esposa, su hijo  el señor Viveros trabajan como peones rurales, según la época “changueando”, “... changueando en las fincas, por ahí... changueando en cualquier parte, cualquier trabajo después que nos han dejao... ”; el señor Viveros parece haber aceptado la nueva realidad y su familia amoldado a esta, durante la entrevista no se expresaron palabras de rechazo o cuestionamiento por la situación vivida y actual, ni parece haber una capacidad de reflexionar sobre las causas que llevaron a el y su familia a las actuales condiciones, lo que evidencia, posiblemente,  una ausencia de lo que ya hemos definido como capital cultural y si a ello le sumamos la carencia de una red social podemos concluir que el señor Viveros se encuentra en una situación de real exclusión, en la que las expectativas para lograr una reinserción en el campo laboral se ven disminuidas notablemente, teniendo que depositar sus necesidades de supervivencia en el asistencialismo, posiblemente en el clientelismo político y en las ocupaciones eventuales.

 

Con un pie en el estribo, Conclusiones

 

He tratado de este modo de describir una diversidad de situaciones que se produjeron, sin pretender sea la totalidad, a partir de la expulsión de trabajadores de la estructura pública, principalmente atendiendo a la línea de análisis propuesta en las páginas precedentes; creo haber aclarado, entonces, la relación existente entre el capital cultural y el social con la edad de los distintos consultados y como ven los mismos su horizonte laboral a partir de sus realidades individuales.

No se ha pretendido construir una tipología con los resultados de este análisis, por ello he optado por analizar cuatro casos que representan, a mi modo de ver, solo unos pocos y claros modos posibles de reordenamiento en la actividad laboral y su conceptualización con vistas a un futuro determinado, indudablemente, por características específicas como la historia laboral, familiar y entorno social.

Así pues, ninguno de los entrevistados de la muestra ha logrado reinsertarse laboralmente en idénticas condiciones a las anteriores, evidenciando, en definitiva, modificaciones en el mercado del trabajo en cuanto a las exigencias para ingresar al mismo, como edad, nivel de instrucción, experiencia anterior en igual puesto pretendido, etcétera; por esto sobresale la actividad independiente, el cuentapropismo, la “changa” entre las estrategias de supervivencia.

En este punto es de destacar que para los entrevistados la posesión o no de algunas de las variantes de capitales mencionados fue determinante para retomar modos de vida y laborales o para lo contrario.

Es este informe una aproximación al tema del trabajo de campo en el marco de los denominados excedentes en el mercado laboral y los conceptos teóricos explicitados durante el desarrollo del mismo.       

Los presupuestos teóricos han sido aplicados comparados y en su mayor parte resultaron corroborados en los distintos niveles de análisis y queda una valoración pendiente. La del lector.

 

Tengan ustedes, buen día.

 

 

 



1 Tal vez la palabra histórica remita a un período de tiempo mucho mas prolongado que el considerado. La calidad de “histórico” del trabajo, en este caso, solo hace referencia a un espacio temporal en el que el trabajo adquirió las características del párrafo anterior.

2  Si bien la diversidad de orígenes laborales de los desocupados actuales puede tornar mas compleja esta definición, y puede, también, presentar variedad en los destinos de cada grupo de desocupados, de acuerdo a sus características particulares, el sentido de esta cita, considero, adquiere una actualidad que posibilita su mención, teniendo en cuenta los efectos en el mercado laboral que las personas en esta situación producen. En cuanto a los diferentes destinos, son estos precisamente los que tratamos de conocer en la práctica de investigación realizada.

3 Introducción al estudio del Trabajo, Tercera Edición (Revisada), Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 1.980.

4 Considerada como tales aquellas actividades que no representan para las personas la adquisición de derechos, cobertura médica, jubilación, etcétera; para ello, R. Castel se refiere a la actividad de “pasear perros” como atípica por carecer de las condiciones ligadas al trabajo mencionadas anteriormente.

5 Movilidad determinada por la temporariedad del empleo, condicionada a su vez, por las necesidades del mercado, de la producción. Un caso típico resulta del incremento de la actividad económica en épocas de fin de año, por ejemplo, para el comercio, cuyo carácter temporario es fácilmente reconocible.

6 Representada por quienes, por un lado conservan su trabajo, en términos en que ya fue definido este bien, y por otro, constituido por quienes lo perdieron.

7  Ver Nota 12.

8 Las características actuales del trabajo van a ser extraídas o identificadas de la percepción de los mismos entrevistados, aunque la principal particularidad es le pérdida de los derechos que estaban garantizados por la legislación laboral, pero es su incumplimiento lo que determina el nuevo concepto de trabajo.

9 Téngase en cuenta que una parte de las entrevistas se realizaron en la Comisión de excedentes, constituida por ex trabajadores de distintos organismos públicos de la provincia; los mismos reunidos para luchar conjuntamente por las reivindicaciones laborales.

10 Referido a este concepto he adoptado como indicadores: el nivel de instrucción y la posición ocupada dentro de la estructura de la empresa pública a la que pertenece al momento de su alejamiento de la misma; hecho esto en un intento de hacer mensurable el capital cultural.

11 He mencionado dos conceptos en la descripción anterior que han sido tomados de “La nueva pobreza en la Argentina”, de A. Minujín; es hora, entonces, de explicitar sus significados, que a su vez fueron tomados de P. Bourdieu. Entendemos por capital social “a la posesión o no de una red de familiares y de amigos en condiciones de brindar trabajos, comprar bienes u obtener servicios”, pero la explotación de esta reserva tácita pueden ser, para Minujín, arreglos temporarios “cuyo telón de fondo es una real vulnerabilidad social”; este capital esta determinado por “las diferentes trayectorias sociales y orígenes familiares”. Pasemos revista ahora al concepto de capital cultural; puede ser definido por sus efectos o por las causas que lo originan, desde esta última perspectiva son el origen social, la educación recibida, los tipos de experiencia y la posición ocupada en los distintos ámbitos sociales, en suma, los que determinan este tipo de capital. Ahora veamos sus efectos en quienes lo poseen, en primer término, determina formas de mirar el mundo y de representarse su propio lugar en el; en segundo lugar, y esta determinado de acuerdo a las clases sociales, por lo tanto presenta variaciones, forja disposiciones a percibir, a actuar, a reflexionar y a demandar o no, en distintos grado como ya lo he mencionado según su posición en la estructura social.

12 Capital específico, en Respuestas para una Antropología reflexiva, Pierre Bourdieu.

13 Esta entrevista fue realizada en período pre-electoral, por lo que se pudo percibir con alguna claridad como es que la actividad política es vista como una alternativa a la falta de empleo.

 

 

 

 

 

 

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