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                 Transformaciones Laborales


Esta monografia fue publicada en la Revista Universitaria Yachayruna en el Nº 2 del año 2.006, y es una colaboracion del autor para Sudamerica News.

CONCEPTO DE RAZA
                                                              Por Raúl Oscar Iturrìa

INTRODUCCIÓN

Si bien la naturaleza humana fue desde largo tiempo atrás objeto de estudios y especulaciones, también lo fue su origen; éste último dio o constituye buena leña para la hoguera de las mas disimiles posiciones políticas, sociales, religiosas, científicas, etcétera.

Una característica común, desde la antigüedad, se observa en los pueblos y es el carácter etnocentrico que cada uno de estos adopta frente a pueblos vecinos o conocidos, llamando a los pueblos referidos con el nombre genérico de bárbaros, refiriéndose al diverso nivel cultural que los propios pueblos establecían para poblaciones ajenas.

Ligadas al origen de la especie humana, dividida en grupos de acuerdo a características fácilmente observables se quiso ver a uno de estos como el más antiguo y originante de otras poblaciones por degeneración de un grupo principal.

 Es así como se impone la necesidad de realizar una cronología, de buscar en la historia el devenir de una conceptualización cuyos criterios, como veremos, se fueron modificando, a la vez que aumentándose, a lo largo de miles de años en los que encontramos documentos escritos; espacio temporal que será estudiado en éste trabajo.

Debo mencionar que, si bien considero cuatro etapas en las clasificaciones raciales, reconocibles en su momento determinado en la historia, podemos distinguir claramente dos grandes periodos entre los que se produjo la transición del concepto de raza hacia concepciones menos estigmatizantes. Cambio que fue sustentado por conocimientos adquiridos en el transcurso del siglo XX.

El primer periodo lo considerare como de observación y medición de caracteres externos, fue el que prevaleció por varios milenios. El segundo periodo lo denominare de índole biológica.

El desarrollo de esta investigación presenta una sucesión de hitos que demarcaron, según mi criterio, los conceptos fundamentales que ayudaron a construir la noción de lo que hoy denominamos subespecies o tipos. Trato de hacerlo con la mayor claridad posible.

Considero necesario y conveniente la determinación en el tiempo de la sucesión factual concerniente al tema que es objeto de esta monografía, ya que así dilucida como y en que medida el ser humano ha modificado su pensamiento con relación a una concepción sobre sí mismo, y que ha determinado su posición respecto de otros hombres.

Esta cuantificación y cualificación, deseo, será realizada por el lector, independientemente de mi posición al respecto.

UNA MIRADA HISTORICA

El primer intento de clasificación racial documentada lo encontramos en el antiguo Egipto, en los siglos XIV y XV antes de nuestra era. Identificando por lo menos cuatro razas: los "rot-en-ne-nom", son los egipcios, los "namu" representan a los asiáticos, los "nahasi" a los negros, en los "tahamu" estan reunidos los libios y los europeos. Como vemos, desde entonces, la clasificación de los grupos humanos o poblaciones en negros, amarillos y blancos ha persistido hasta la actualidad.

En los siglos VI y V a.C., los griegos y romanos consideraban a los pueblos de regiones alejadas tan solo como exóticos, entre ellos Platon y el médico Galeno; O, tendían a idealizar sus características, entre los griegos encontramos a Hesiodo, Eforo; y por los romanos tenemos a Horacio, Lucano, Seneca.

A mediados del siglo VI a.C., Aristeo describe las tierras y los pueblos del Mar Negro al mar Báltico; Hecateo de Mileto realiza igual trabajo durante las guerras contra los persas. Sin embargo, observaciones muy valiosas sobre el físico de los pueblos son las que proporciona Herodoto, quien menciona a los pigmeos africanos, entre otros escritos de carácter eminentemente etnografico.

 Es Hipocrates quien transmite a través de sus investigaciones el desarrollo de trabajos médicos de anatomía y fisiología humana. Este medico asigna al medio un papel importante en la diferenciación de caracteres morfológicos, fisiológicos y patológicos de los agrupamientos humanos. De este modo se convertía en precursor de Buffon y de la doctrina de la influencia del medio sobre la morfología. Pero para poder desarrollar estas lineas teóricas deberemos esperar algún tiempo mas en el avance de los estudios a este respecto, ya que constituyen, estos últimos, las primeras fuentes de descripción física de los pueblos.

       Ligada a las narraciones citadas anteriormente pueden encontrarse descripciones que, a falta de conocimiento, buenas eran las referencias cargadas de fantasía, sin respaldo documental alguno, denotando cierta inclinación a la caracterización prejuiciosa e interesada.

 En la Edad Media, durante la época romana y principios de la cristiandad, estas características se consolidan aun más, además de producirse un estancamiento durante el cual se desarrollaron largas discusiones de tono claramente religioso, momentos en los que se llego a creer en un esquema racial determinado según las enseñanzas bíblicas.

En el siglo XIII, estas creencias fueron desapareciendo, debido al conocimiento aportado por los viajes comerciales de los estados europeos al mundo árabe, aunque gradualmente, ya que aun a mediados de siglo XVII recogemos voces cargadas de prejuicio e incomprensión hacia los pueblos sometidos y evangelizados.

Estos viajes alrededor del mundo realizados a finales de la Edad Media, y con el descubrimiento del Nuevo Mundo, provocan un nuevo debate cuyo centro es la población americana y su relación con el dogma dominante de la época, que sostenía la unidad del origen del hombre, impuesto por San Agustín. Es Paracelso quien, en 1.520, instala la discusión entre monogenistas y poligenistas que durara varios siglos.

 Los pueblos lejanos adquieren importancia para la intelectualidad europea entre los siglos XVII y XVIII. Precisamente en 1684, F. Bernier enumera cuatro o cinco especies o razas de hombres con diferencias, al punto notables que justificarían una nueva división de la tierra: negros, blancos, amarillos, lapones y bosquimanos. Las clasificaciones humanas realizadas por Linneo (1.758, Sistema Naturae) permite considerar a estas disciplinas en el cuadro de las ciencias naturales. Es el primero en agrupar a los hombres y los monos en el Orden de los Primates, para luego dividir la especie humana en cuatro grupos definidos por rasgos físicos, principios sociológicos y factores sociales: H. Americanus, Europeus, Asiáticos y Afer. Sugirió también, que las especies de un mismo genero constituyeron una sola especie diversificada por hibridación.

Su contemporáneo el francés Buffon, tomo esta idea y la desarrollo en el sentido de suponer un prototipo general a partir del cual se producen alteraciones, estas son causadas por acción del medio (clima) que actuaría primero sobre individuos y luego a nivel de grupos sometidos a influencias similares. Estas variaciones son las razas, y es Buffon el primero en utilizar este termino.

A partir de estos trabajos se produce una inclusión de procedimientos rigurosos en el estudio del hombre, considerando caracteres físicos.

Si bien la distinción de grupos humanos a nivel morfológico solo puede ser efectiva al distinguir los extremos de su variabilidad (prototipos), no está en contraposición con investigaciones que tratan de conocer la naturaleza y causa de dicha variabilidad, también procuran investigar las razones por las que los caracteres morfológicos son favorecidos en determinados grupos humanos en relación con las "ventajas selectivas" de sus portadores en "circunstancias ambientales especificas" (Young, 1971)

       En este punto debemos definir una primera etapa, con una metodología explícita y aceptada, de clasificación racial basada enteramente en los criterios geográficos establecidos por Linneo. Fue Blumenbach el que detallo esta metodología de investigación en 1775: I) empleo caracteres de índole biológica; II) utilizo caracteres descriptivos y métricos; III) destaco la importancia del uso de muchos caracteres para una mejor clasificación; por ultimo, IV) existen diferencias gradativas entre caracteres.

 Blumenbach en 1806 enumera cinco razas: caucásica, mongólica, negra, americana y malaya, las cuatro ultimas derivadas por degeneración de la primera. En 1825, Desmoulins propone la existencia de dieciséis razas; Morton, en 1830, clasifica veintidós razas que denomina familias.

A partir de este contexto comienza una nueva etapa, la segunda, en los estudios de las clasificaciones raciales siendo su característica principal el análisis de rasgos osteologicos y osteometricos, permitiendo remontarnos en el tiempo hasta los orígenes raciales de algunos grupos, y que representan rasgos objetivos, seguros y comprobables. En 1.859, con la creación de la Sociedad de Antropología de París impulsada por Broca, se produce una profusión metodológica que desemboca en el desarrollo de la Antropología Anatómica.

Boucher de Perthes demostró la antigüedad del hombre sobre la tierra y también su habilidad técnica con la piedra y su desarrollo artístico, a partir de estos descubrimientos comienzan los estudios en las capas del post-plioceno. Surgía entonces la Paleontología Humana o estudio de razas fósiles.

LA CUESTION EN EL SIGLO XX

Presentado de este modo la evolución del estudio de las razas, según el concepto tradicional, puede hacerse una observación relacionada con la incapacidad de probar que las separaciones establecidas pare el genero humano, Ilamadas razas, sean realidades objetivas.

Para Broca las razas son variedades, si "sugieren la idea de una filiación mas o menos directa entre los individuos de una misma variedad", "esta filiación no resuelve, ni afirmativamente ni negativamente, el problema del parentesco entre individuos diferentes". Estamos frente a un concepto importante de los antropólogos clásicos, que es la determinación de una raza por la continuidad de su tipo en el tiempo; hecho que no se sustentaría con pruebas irrefutables; por lo que, para P. Marquer, se insistió en el carácter abstracto de la noción de raza (Topinard, 1.885). Posteriormente se traslado este eje conceptual hacia criterios exclusivamente físicos. Raza "es una agrupación natural de hombres que presentan un conjunto de caracteres hereditarios comunes, sean cuales sean sus lenguas, costumbres o nacionalidades” (H.V. Vallois, 1951); definición que, se dice, es ajena a toda motivación afectiva, social o política que estan en el origen del racismo. Esta definición crea la necesidad que los caracteres raciales sean hereditarios, además de su independencia a las influencias del medio. De donde se deduce que las razas deben tener continuidad en el tiempo. Esta continuidad necesita de una población geográficamente aislada, con poco o ningún flujo génico; en la actualidad no encontramos estas condiciones en los grupos humanos, salvo casos particulares, por lo que no debería usarse este termino para la clasificación de las poblaciones.

Las razas de ámbito continental pueden, entonces, reconocerse a través de "paquetes" de estos caracteres. A los que M. Harris les achaca las siguientes falencias:

        I) Las razas deben fundamentarse no en características de individuos, sino de poblaciones. Todo individuo cuyos genes forman parte del pool genico de una población es miembro de la misma. Si se ignora a los individuos que no se ajustan a los caracteres externos supuestos de un "grupo típico", se viola el concepto de raza como poblacion.

        II) Omisión del gran numero de personas que no encajan en estas divisiones. 

       III) Los genes responsables en las diferencias en el color de la piel, forma de cabello, etc., aparecen con frecuencia gradualmente creciente o decreciente de una población a otra. Estas clinas deben entenderse como el resultado de todas las fuerzas de la evolución actuando a un tiempo: deriva genica, la mutación y la selección natural.

      IV) Desconocimiento de los rasgos genéticos cuya distribución no se conforma a la de los caracteres tradicionales usados para atribuir identidades raciales. Es el mecanismo genético para la herencia de los grupos sanguíneos el que aquí se menciona, donde este mecanismo es conocido y los influjos ambientales son casi nulos.

       Nos encontramos ahora en las etapas tercera y cuarta, como ya vimos, con la inclusión de los caracteres obtenidos de la sangre y posteriormente el desarrollo de la genética, donde se considera la semejanza entre individuos producto de una cantidad de alelos compartidos y la frecuencia alelica será la diferencia entre razas. Estas características son las empleadas en una cuarta etapa, comparando "distancias genéticas" que combinadas con "distancias métricas" nos da como resultado las "distancias biológicas", que representan el grado de afinidad o divergencia entre poblaciones.

Podemos notar como, en el transcurso del tiempo, los criterios de clasificación fueron cambiando a tal punto que de observaciones superficiales de diferencias tipologicas, hemos encontrado en las causas de las diferencias morfológicas los criterios de clasificación; que, por otra parte, es vital para el estudio antropológico de un grupo humano. Para Heim (1972), la noción de raza debe ser estructurada por criterios biológicos, caracteres morfológicos, bioquímicos, fisiológicos y patológicos.

       Desde el punto de vista clásico cada raza representaría un tipo humano genéticamente diferenciado. En la actualidad un grupo humano contiene una gran cantidad de variación genética en muchos caracteres utilizados para definir los "tipos raciales". AI comparar los índices de proporción de alelos (Latter) de dos personas de la misma raza con el valor si las dos personas son de razas diferentes, se deduce que el componente mayor de la diversidad genética total de la especie humana (84 % de toda la variación genética) proviene de diferencias genéticas entre personas que pertenecen a la misma tribu o nación; el 6 % proviene de diferencias intertribales o internacionales; y 10 % se debe a diferencias entre grupos raciales. Por lo tanto, estas diferencias entre las razas "tipologicas" son solo ligeramente superiores a las que existen dentro de un mismo grupo racial.

       Si bien nuestra especie parece bastante homogénea, debemos convenir en la necesidad de categorizar las semejanzas y también las diferencias de ciertos rasgos o frecuencias de determinadas variantes genéticas. Mettler y Gregg (1.969) definen las razas como conjunto de poblaciones locales que habitan diferentes áreas de la zona geográfica de una especie y que difieren en una o más características.

       La clasificación racial es subjetiva, el termino raza debería usarse para grupos aislados, sin flujo genico con grupos circundantes. Aunque deberíamos notar la imposibilidad de sostener las clasificaciones ya que, como señala Lewontin, aun las divisiones sexuales realizadas con un criterio tan riguroso como son las diferencias en los órganos sexuales, presentan dificultades para su aplicación, aunque no sea un numero representativo (ver cap. . Tenemos, entonces, grupos que representan "estereotipos complejos" y vemos, además, como estos últimos se solapan en los distintos grupos. Junto a Lewontin podemos afirmar "si la distribución de un rasgo en una población se solapa con la de una segunda población, para el mismo rasgo, las afirmaciones estereotípicas resultan engañosas".

       Por lo tanto, se debería denominar razas a grupos constituidos por individuos homocigoticos e isogenicos para numerosos loci, que nunca han existido en nuestra especie. Considerando:

  •         Politipica a la especie humana, compuesta por varias razas.
  •         Si las diferencias ambientales que produjeron esta raciacion se hacen mas pronunciadas, las razas pueden incrementar su divergencia al extremo que las diferencias genéticas les impida el entrecruzamiento.
  •         Estamos en un proceso de especiacion.
  •         Asi, pues, las razas son estados de transición en este proceso.
  •         No podemos, entonces, usar una denominación estática para referirnos a un "continuo evolutivo" (Valls).

       Podemos apreciar como, a medida que los caracteres de clasificación racial fueron incrementados, las diferencias interraciales no son tan tajantes, y que su distribución se presenta en forma gradativa. Recordemos como, para C. S. Coon, los gradientes ecológicos o "clines" pueden reflejar la acción continua de la selección ambiental en regiones climáticas especiales. Como ejemplo, el autor compara un mapa de distribución pigmentaria de Europa con un mapa climático que muestra el numero de dias nubosos al año, donde encuentra una gran semejanza entre los mismos y propone "el color de la piel, el carácter variable, depende probablemente de la cantidad de radiación ultravioleta que penetra en la atmósfera. Asi, la piel clara, los ojos azules y el cabello rubio se concentran en la región noroccidental de Europa y disminuyen en frecuencia de forma completamente regular a medida que se va hacia el sur y hacia el este. Es asi como, para Valls, toda clasificación racial es arbitraria, incompleta, confusa, por lo tanto se tiende a conocer las causas de la variabilidad racial.

       Esto es asi, puesto que muchas razas constituyen conjuntos con una dinámica difícil de establecer, cuya estadística de raza no es suficiente para determinar que individuo responde a todas las características del grupo racial al que pertenece.

       Recordemos que existe acuerdo en dos grandes principios de la clasificación racial enunciados por Buffon y Blumenbach, son:

              I ) En las sistemáticas raciales, cuanto más caracteres se empleen más satisfactorias seran las clasificaciones.

              II ) La inmensa mayoría de las diferencias raciales son de índole cuantitativa (gradativa o continua), o de tipo frecuencial.

SOBRE EL FINAL

Como afirma C.S. Coon, los genetistas nos han demostrado que hay que estudiar las razas o subespecies a nivel de poblaciones y han cartografiado, para una parte importante de la superficie terrestre, las frecuencias génicas totales de mas de veinte caracteres que se heredan como alelomorfos (genes alternativos situados en un solo cromosoma); estos caracteres son mas seguros de estudiar que los criterios antropometricos corrientes.

      Una vez mas, debemos tener presente que las diferencias entre las poblaciones de regiones raciales nucleares y las poblaciones clinales, será el tiempo multiplicado por las intensidades de la fuerza de la selección natural. En un tiempo y aislamiento suficiente, las poblaciones clinales se convertirían en nuevas razas, igual que lo hicieran las antiguas (Coon).

       El concepto de raza que dice "es una categoría taxonómica equivalente a subespecie y que posee un fundamento biológico", me parece, es una definición acorde con estos principios y que ayudan u obligan a reconsiderar toda una historia de un concepto que ha dado mucho que hablar, pero mucho más que hacer.

       Por ultimo, voy a citar a Lewontin casi literalmente, en una invitación a reflexionar sobre lo anteriormente escrito: "En Estados Unidos, por razones históricas, la producción agrícola estuvo representada por dueños de plantaciones blancos y esclavos negros, determinada esta segunda diferencia biológicamente (color de la piel); que se transformo en el símbolo de una diferencia de clase. Posteriormente esa diferencia en el color de la piel, serviría de pretexto para la discriminación política y económica. El color de la piel se convertía, asi, en causa de desempleo. Podría afirmarse que el desempleo reside en los genes aunque por una ruta de causalidad indirecta y enteramente histórica".




 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFIA

  • BERNATZIK, H.A., Razas y Pueblos del Mundo, Vol. I. Ediciones Ave, 1.957.
  • COON, Carleton S., Las Razas Humanas Actuales. Edit. Guadarrama, Madrid, 1.969.
  • HARRIS, M., Introducción a la Antropología. Alianza Editorial, Madrid, 1985.
  • LEWONTIN, La Diversidad Humana. Edic. Labor. Barcelona, 1984.
  • MARQUER, Paulette, Las Razas Humanas, Alianza Editorial, Madrid, 1969.
  • VALLS, Arturo, Introducción a la Antropología. Edit. Labor, Barcelona, 1985.


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